domingo, 28 de octubre de 2012

MONÓXIDO DE CARBONO: EL ASESINO SILENCIOSO



Si hace unos días hablábamos de un gas muy graciosa como era el gas de la risa, hoy le toca el turno a otro gas totalmente opuesto, se trata del monóxido de carbono causante de la conocida  muerte dulce.

  El monóxido de carbono es un gas inodoro, incoloro e insípido, producido principalmente en los procesos de combustión que ocurren con poco oxigeno es decir cuando se quema algo en un lugar poco ventilado. Cuando se inhala este gas se corre un grave riesgo, pues el CO compite con el oxigeno por unirse con la hemoglobina que es una molécula que reparte el oxigeno por nuestro cuerpo. Lo malo de esta carrera es  que en la mayoría de los casos es el CO el que se une a la proteína  y nos reparte el CO por todo el cuerpo, sobretodo  al cerebro produciendo unas consecuencias nefastas  si lo respiras.





Este gas es peligroso si lo respiras al estar dormido ya que  al no oler, no producir tos, ni irritar la garganta, no notas que te estas envenenando, cada vez llega menos oxigeno al cerebro y  terminas por perder la conciencia y fallecer sin que de sensación de ahogo o asfixia, por ello se llama muerte dulce.

  Por todo esto, ahora que empezará ha hacer frió -o debería de hacerlo- es cuando tenemos que tener mas cuidado con todo aquello que utilizamos para calentarnos y que se basa en una combustión como por ejemplo los braseros de bombonas de butano o la leña de las chimeneas, recuerda que las estufas de aceite, las estufas de resistencias eléctricas (las que se ponen en las mesas redondas, en mi casa había una) y las halógenas (las que dan la luz roja ) no producen CO pues en ellas no se quema nada.  
  
 MIGUEL R.

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